A dos años del 8A, ¡seguimos luchando por Aborto legal!

El 8 de agosto de 2018, miles salimos a las calles en todo el país, en una vigilia que nos tenía bordeando contornos de esperanza ante un panorama difícil. A dos años, hacemos memoria, repasamos la agenda por el aborto legal hoy y compartimos el informe de MISObservatorio sobre el acceso a abortos seguros en Argentina. Seguimos en acción, hasta que sea ley. 

Algunes más esperanzades que otres, sostuvimos la vigilia. En algunos puntos del país, bajo la lluvia; en otros, con mucho calor o climas helados, pero firmes hasta la votación. 

Algo había quedado claro: habíamos ganado en las calles y en la opinión pública. Pero queríamos la ley, una deuda histórica con la complejidad de un Senado no favorable. 

Ya en la cuenta regresiva, se hacían números, en una sesión presidida hasta último minuto por Gabriela Michetti, que representaba a los sectores conservadores y fundamentalistas. 38 votos en contra de la legalización del aborto y 31 a favor. Un resultado que no detuvo una lucha que no conoce de frenos institucionales. 

El proceso de debate de la ley de interrupción voluntaria del embarazo durante 2018 nos dio mucha más fortaleza para estar donde estamos; generó consenso social, se masificaron y diversificaron los feminismos, y la marea verde lo tiñó todo. 

Se esté o no a favor, hoy se cuenta con más información y argumentos sobre la realidad de quienes deciden abortar. 

Hoy se habla de aborto por todos lados: en la tele, radios, redes sociales, escuela, una comida familiar, una charla en la verdulería, en los recorridos cotidianos a través de miles de pañuelos verdes. 

Desde los sectores anti derechos, arremetieron con campañas en contra del derecho al aborto legal y la educación sexual integral, con complicidades en instituciones de salud “objetoras de conciencia” y con barreras desde el ámbito judicial.

Frente a ello, desde los activismos, desandamos un discurso que hegemonizaba la idea de estar a favor del aborto como una posición en contra de la vida, hemos subvertido ese imaginario para anclar esta demanda en un proyecto que defiende la vida y la autonomía de las personas gestantes. 

Quedó en evidencia que estar en contra de este derecho implica sostener la clandestinidad y la soledad para quienes deciden interrumpir sus embarazos así como el silencio cómplice de la muerte que traen estas prácticas.  

A la clandestinidad no volvemos más

Este año, se cumplieron 15 años de la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Nos tocó en cuarentena, pero sí que lo festejamos, nos encontramos desde distintos puntos del territorio, aunadas en la fuerza de que, en este 2020, el aborto tiene que ser ley. La Campaña, en 2019, volvió a presentar el proyecto de ley con modificaciones respecto al que se trató el año anterior. 

Al asumir Alberto Fernández, dejó en claro que era un compromiso de su gestión y que presentarían una propuesta nueva para que este derecho pueda garantizarse. Habían anunciado que sería para el 8 de marzo, esa presentación se fue demorando y llegó la cuarentena.

El primer gesto, en la reapertura del Ministerio de Salud de la mano de Ginés González, fue la puesta en vigencia de una actualización del protocolo para la interrupción legal del embarazo (ILE), asumiendo el compromiso de ser un “ministerio verde”. Pandemia de por medio, el proyecto quedó suspendido y aún no se conocen cuáles son los puntos que ahí se detallan. 


Desde los feminismos, se insiste en que el Proyecto a tratar sea el de la Campaña, que recupera consensos federales, además de una lucha histórica. 


“Recordamos a quienes nos representan y forman parte del Estado argentino, que, tras protagonizar una manifestación histórica que convocó a millones en las calles; mujeres, lesbianas, bisexuales, varones trans y personas no binarias, seguimos padeciendo las consecuencias de la criminalización del aborto a someternos a prácticas inseguras, producto de la clandestinidad.

Una problemática de salud pública, de justicia social y de derechos humanos que demandamos sea saldada en 2020 con la sanción de la ley de interrupción voluntaria del embarazo”, afirmaron desde la Campaña por el aborto legal, seguro y gratuito de Córdoba. 

Y continúa: “En 2020, el Congreso debe sancionar la legalización del aborto voluntario; porque no queremos vivir más historias de injusticias ni que persista la vigilancia y el control sobre los proyectos de vida de niñas, niñes y adolescentes, que son obligades a gestar y a parir; de personas presas por eventos obstétricos ni de personas trans que, en lugar de recibir atención, reciben violencia institucional”.

Este 7 y 8 de agosto, invitan a sumarse y participar de las actividades que se realizarán en las redes de la Campaña Nacional por el derecho al aborto, legal, seguro y gratuito. 

MISObservatorio: ¿Acceso para quiénes?

Además de poner a disposición información confiable y relevante acerca del aborto seguro con misoprostol, el MISObservatorio –Observatorio Nacional de Acceso al Misoprostol- busca contribuir a la democratización del acceso a abortos seguros. El observatorio realiza seguimiento de la accesibilidad del misoprostol, esencial para todas las personas que deseen practicarse un aborto con medicamentos. 


En Argentina, 1.2 millones de mujeres no pueden comprar misoprostol.


El contundente dato brindado por el MISObservatorio en su primer informe, Misoprostol: ¿accesible para quiénes?, surge de un extenso monitoreo de precios de los dos medicamentos comerciales recomendados por la Organización Mundial de la Salud para practicar abortos y que se consiguen en las farmacias del país: Oxaprost y Misop 200

FUENTE: La Tinta

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