Cinco documentales para tomar conciencia de los múltiples caminos que nos conducen a un abismo ambiental

El cine tiene una presencia clara en la lucha por conservar la sustentabilidad del planeta. A continuación, una selección con algunas de las producciones más movilizantes.

Un mundo azul: la carrera para resolver la crisis del agua (2019)

Dirigido por Tim Neeves y Alexander Whittle es una semblanza de la crisis hídrica a nivel mundial -en la que se pueden encontrar lazos con la lucha chubutense por conservar el agua para consumo humano-, pero también un recorrido por experiencias de las que se tiene poca información. Se trata de los diversos modos a través de los cuales diversas poblaciones de distintos puntos del planeta ante la “crisis del agua”, encontraron una solución. En este caso en Naivasha (Kenia), Chicago (Estados Unidos), Andalucía (España), Copenhague (Dinamarca), Tirupur (India), Leeuwarden (Países Bajos). No definitiva, acaso, pero sí capaces de poner en perspectiva un asunto de tanta complejidad como el mismísimo funcionamiento del planeta: el filme indaga sobre problemas que exceden la contaminación y hablan de infraestructura y de diseño de ciudades y poblaciones que también traen muchos problemas.

Disponible por suscripción en Netflix, y gratuitamente en YouTube con subtítulos en inglés.

Planeta plastic (2009)

A partir de un tema personal, el director Werner Boote descubre que prácticamente nuestro mundo está hecho de plástico: desde chupetes de bebé hasta partes de autos, pasando por las infaltables botellitas y las bolsas de residuos, el plástico es casi parte constitutiva de nuestras vidas. Y por supuesto que no es gratis. Este elemento que se ha vuelto omnipresente, tiene efectos sobre la salud directamente o a través de los ecosistemas; de hecho recientemente se ha descubierto que hasta las especies de peces para la ingesta humana tienen residuos de plástico. Nieto de un pionero de la industria, o sea que conoce la historia desde chiquito, Boote dedicó diez años a investigar cómo este derivado del petróleo destruye el mundo. Y propone un panorama desolador, aunque visto el tiempo que ha pasado desde su realización (y que aún no hemos colapsado) permite la esperanza de que sea reversible.

Disponible gratuitamente en YouTube.

Taranto (2019)

Una visión argentina para un problema mundial. Antes que una película ambientalista, se trata de una sobre el gran dilema que provoca la actual situación ecológica del planeta en un mundo que se mueve por un solo modo de producción: el capitalismo. Y el capitalismo, como cualquier especialista y no tanto se cansa de decirlo, es un sistema que sólo funciona si crece permanentemente. Taranto apunta a ese dilema resumido en el testimonio de uno de los trabajadores de la compañía contaminante: o nos morimos de cáncer o nos morimos de hambre. Víctor Cruz expone a la fábrica ILVA, ubicada en la Puglia, la región que da forma al taco de la bota italiana, cuya capital es Bari. La empresa fue encontrada responsable de desastre ambiental según el fallo del Tribunal de lo Penal de la Región, con penas máximas de 22 años a propietarios de la antigua fábrica (hoy parte del gigante Arcelor Mittal, que sigue recibiendo acusaciones de contaminación) como también de funcionarios políticos, imprescindibles para que la empresa concretara sus estropicios con muertes de adultos, niños y bebés nacidos muertos.

Disponible gratuitamente en https://m.facebook.com/SomosContar/videos/taranto/3049304132014548/

We Want Clean Water (2013)

Este mediometraje documental arranca con una canilla bajo candado. Y no, no se trata de la última de Mad Max, la lucha por el agua es ya una realidad en el planeta, aunque no tenga prensa (o a esas luchas se le hagan mala prensa). En este recorrido que intenta mostrar cuán interconectado está el planeta, esta pequeña historia que tiene su disparador en la pregunta «¿Por qué es importante el agua en nuestras vidas?», intenta reflejar el cotidiano de la población senegalesa de diferentes generaciones, etnias y clases sociales. Y pese a que por momentos tiene un tono etnocéntrico (está financiado por la Unesco), permite una mirada, desde la costa de Dakar en el Océano Atlántico hasta los pueblos más tribales y aislados, sobre la vida humana a la que dio lugar posible el río Senegal, cuya contaminación hoy la pone en peligro.

Demain (Mañana, 2015)

Una esperanzadora para el final, que después de todo el homo sapiens ha llegado a la Luna, y algo de crédito habría que darle. Se trata de una película narrada por una mujer que en pleno embarazo alguien le cuenta cómo será el mundo cuando el futuro ser que tiene en su vientre sea joven. Movidas por el milagro de la vida, el hecho más insólito de la existencia de la vida orgánica, como nos enseñó Hanna Arendt, Cyril Dion y Mélanie Laurent en compañía de un equipo de cuatro personas emprenden un viaje a 10 países del mundo para encontrar a gente de distinto tipo, etnia, edad y clase que busca -a veces desesperadamente- diferentes formas de enfrentar y resolver la crisis ecológica, económica y social que, precisamente, produce la situación ambiental. Y sucede todo un descubrimiento, ya que son más de los imaginados los personajes y proyectos que emprenden para encontrarle una vuelta a una situación dramática..

Disponible gratuitamente en https://archive.org/details/Manana-C.Dyon_M.Laurent.

FUENTE: Tiempo Argentino

INICIO

INICIO