Mientras la región norte era el gran reservorio donde una persistente lluvia y crecida del río de la Plata sacudía la cotidianidad, el presidente Alberto Fernández recibía al intendente Julio Zamora en la Quinta de Olivos.
Por. Tano Armaleo.-
Si bien oficialmente se comunicó que el encuentro fue para interiorizarse sobre la situación del Municipio, tanto en relación a la cuestión sanitaria por el Covid como también respecto de los avances en materia de obras y servicios públicos, seguridad y educación en el distrito, lo cierto fue que, en el medio se coló la interna partidaria. Aquella que tienen por un lado, al Movimiento Evita y La Campora cruzados en torno a una concejalía, y por otro, las rispideces entre el denominado massismo y zamorismo, que se ve claramente reflejada en el recinto del HCD.
De acuerdo con distintas fuentes, el encuentro entre el presidente y el intendente terminó de sellarse el pasado sábado 17 de Octubre cuando ambos se encontraron en Martín García para compartir el Día de la Lealtad.
Quien ayudo al encuentro fue el gobernador Kicillof. Tanto Fernández como el gobernador se mostraron preocupados por la disputa generada en torno a una concejalía cuando “la acechanza opositoras y de los mercados que insisten con una mega devaluación son despiadadas, y nuestros compañeras y compañeros, que tendrían que poner toda la atención en estos temas más urgentes y en poner la Argentina de pie, distraen energías en temas no centrales” resumieron desde La Plata.
No es ningún secreto que el distanciamiento entre los peronistas Sergio Massa y Julio Zamora terminó dividiendo a las bases.
Al punto tal que, en el Concejo Deliberante el jefe comunal no cuenta con todas las manos necesarias para transitar la vida legislativa de manera ordenada.Y esto podría agravarse. Las apetencias son desmedidas.
Si bien hubo intentos por parte del massismo en buscar de un reencuentro con el jefe comunal, lo cierto es que esto aún no se concretó. En tren de especulaciones, se dice que el massismo, en esto de reconfigurar una nueva alianza política, habría solicitado que el jefe comunal abra el juego en el ámbito institucional. Tema sobre el cual, en principio, desde el palacio de Cazón no creyeron razonable compartir el poder bajo los términos planteados.
Si el gobierno del Frente de Todos es la resultante de tres patas peronistas, Alberto Fernández, Cristina Kichner y Sergio Massa, respectivamente, donde se dejaron las broncas y personalismo de lado, no pocos se preguntan si no habría llegado la hora de que alguna alquimia similar pueda darse en Tigre.
Ante este panorama, ¿la reunión entre el presidente y Julio Zamora, habrá sido el punta pie como para dar inicio a una suerte de reencuentro entre el massismo y el zamorismo?.
Cierta o no todas las especulaciones que circulan, lo concreto que en este juego de sumas y resta, la unidad es el mejor camino para ambos sectores, si de verdad quieren seguir construyendo el “modelo Tigre”. No cabe dudas, que la unidad, sensata, criteriosa y respetuosa de logros electorales, podría redundar en serios beneficios para el municipio.
En cuanto a la reunión en la Quinta de Olivos, Zamora dijo: “Agradezco al presidente Alberto Fernández por haber tenido la gentileza de recibirme en la Quinta de Olivos. Mantuvimos una charla muy productiva. Pude ponerlo al tanto sobre la situación del coronavirus de Tigre, donde logramos bajar el RO a 1.03 gracias al esfuerzo conjunto del personal médico, vecinos y Estado”.
“También dialogamos sobre los avances de nuestro distrito en materia de seguridad, servicios públicos, educación y otras áreas. El trabajo conjunto entre Nación, Provincia y Municipio es fundamental para el desarrollo de nuestra sociedad”, agregó el jefe comunal.
“Los argentinos y argentinas tenemos la suerte de contar con un presidente como Alberto Fernández, un hombre de diálogo pero también de convicciones fuertes, que está liderando con gran entereza y capacidad esta etapa tan dura que atravesamos por la pandemia del coronavirus”, finalizó Zamora.
FUENTE: Diario Lo Nuestro