Problemas entre Prefectura de Tigre y población isleña.

Foto Archivo 360 Digital Noticias

Una nueva escalada punitivista en el Río Tigre por parte de la Prefectura que comanda el Prefecto Marcelo Eleuterio Ocampo alzó las voces de la comunidad isleña denunciando persecución y acoso y falta absoluta de comprensión, además, de la situación particular por la pandemia de COVID-19.

Resulta que de buenas a primeras les han “aplicado el reglamento a rajatabla” y labraron multas del orden de los 15.000 pesos a familias que se desplazan en sus botes isleños para sobrevivir, para conseguir comida o trabajo, para buscar un sillón, una lavarropas usado que le regaló un pariente. 

Les exigen, para eso, registro de Marina Mercante; algo así como si fueran un buque de carga de los que pasan por el Paraná de las Palmas, o un Velero que cruza el océano atlántico. Cuestiones inaplicables en la realidad social isleña e inútiles, además, ya que causan mas daño que el que pretenden decir que previenen en cumplimiento de la ley. 

La ley es para la gente y el sentido de humanidad nunca debe perderse de vista en la aplicación de las normas escritas.

El resultado de ésta política de acoso al isleño es realmente desastroso, para tener noción de la dimensión describo una situación hipotética que seguramente debe tener mas de un caso de comprobación real:

Imaginemos que recibimos el beneficio del IFE de parte del estado nacional, dado que calificamos para ello por un montón de razones que incluyen una precariedad en nuestra vida y además en nuestro medio geográfico: el Delta.

Así es que vamos a tierra a cobrar el beneficio de diez mil pesos, Volvemos a casa y nos aplican una multa de 12.000 pesos! Sería mejor que Nación transfiera los 10 mil directamente a PNA, nos quedamos en casa, no gastamos nafta y no comemos igual! y el país ahorra 2000 pesos. Vaya paradoja!

Que te regalen un colchón te puede salir my caro en la isla con la política que está aplicando PNA de Tigre

Entendemos muy bien que el señor Ocampo “hace su trabajo” de reglamento pero creemos que justamente su tarea, el verdadero desafío de un jefe asignado a una zona particular, es entender esa particularidad y acercarla al sentido de su función, la función de resguardo y control. 

Ningún isleño se opone a cumplir reglas que sean de posible y fácil aplicación y nos ayuden a convivir en la navegación con mas seguridad para nosotros mismos.

En poco mas de un año, Ocampo se va, como se hace habitualmente, PNA rota los destinos cada dos años. Ésto tendrá sus razones, pero al menos para el caso en cuestión. la relación PNA / Comunidad, suele ser, justamente, el problema, que, con mayor o menos intensidad se repite con cada renovación de autoridades de la fuerza. 

Hay un período de adaptación y cuando con un poco de suerte eso sucede, viene el cambio y hay que comenzar a conocerse de nuevo.

Que bueno sería, que alguno, alguna vez, encuentre el método, la norma, algo que quede escrito, una “bitácora de experiencias” que se pueda sumar a la nueva administración para que todos, todas, la comunidad y la Prefectura, vivamos y naveguemos mejor, en aguas mas calmas.

360 Digital Noticias

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