Tomar la colectiva, hoy, es exponerse a una batalla campal, con las empresas, con Prefectura, con los inspectores de transporte y hasta con los propios usuarios del servicio y turistas que colman el Delta mas allá de su capacidad de infraestructura para recibirlos. Gritos, insultos y trompadas son parte del posible “condimento” de un paseo de “placer” o de una simple vuelta al hogar para los lugareños.
El Transporte Público Fluvial de Pasajeros en el Delta bonaerense vive al borde del abismo desde hace muchos años y los isleños son quienes mas sufren, a diario, las traumáticas consecuencias. Décadas de ausencia del Estado en las islas del Delta bonaerense han tenido consecuencias lamentables en varias áreas, pero sobre todo en el transporte.
La Estación Fluvial Domingo Faustino Sarmiento, en Tigre, es el puerto central de salida y llegada de toda la población isleña del Delta de Tigre y de San Fernando mas todo el turismo que recorre el Delta.
“Éramos pocos …”
A un destino turístico que carece hace décadas de los servicio mínimos aceptables para su población estable y en franco crecimiento, se le suma aproximadamente el triple de turistas con los mismos servicios públicos ya deficientes o bien inexistentes.
El sábado 13, por ejemplo, “el volcán” que es hoy la Estación Fluvial, “hizo erupción”. Uno de los tantos “volcanes” que están a “punto caramelo” para estallar en cualquier momento, es solo cuestión de tiempo y de mantener el rumbo equivocado, insistiendo en hacer lo mismo para esperar otro resultado.
A partir de un “coctel” de responsabilidades, o mejor dicho, de irresponsabilidades, que involucran desde Provincia de Bs. As. al Municipio de Tigre y también a Prefectura de Tigre, bien batido y mezclado con los “ingredientes” que ya detallamos y condimentado con empresas sin escrúpulos y con poder sobre la gente que necesita regresar a su hogar, porque cuando te dejan, a un isleño, te dejan en la calle y eso les da el poder de extorsionarte, de manipularte, así fue que se obtuvo finalmente un resultado explosivo.
¿Qué Pasó?
El sábado la situación desbordó no sólo por la enorme afluencia de turismo para la cual no estamos preparados, sino que además se había “reorganizado” el sistema de embarque por la pandemia usando una sola rampa para embarcar y la otra `para desembarcar. Así pues las tres empresas metiendo gente por una sola rampa a la balsa de embarque, la misma ya estaba escorada para una punta por el desequilibrio del peso, el acceso a las lanchas se demoraba y Transporte de Provincia “facturaba” con multas a las empresas por no salir a horario.
“Divino todo” Los visitantes que vinieron a pasar un par de días románticos por el festejo de San Valentín arrancaron su paseo con gritos, insultos, empujones y hasta trompadas. Y el problema no es “la gente”. La gente es gente si se la trata como gente, si se la trata como ganado se molesta y se enoja, y eso es muy legítimo.
“Hábleme bien”
Quien escribe vivió en carne propia el destrato, maltrato y abuso de autoridad, éste último de parte de la Prefectura que nos amenazó “con llevarnos arriba y pegarnos un baile” después de sugerirnos que “por que no se alquila algo en Tigre” y gritándonos que nos callemos y hablemos bien, a lo que personalmente remarqué que estábamos todos hablando en el mismo tono pero nosotros sin un arma cargada en el pecho que la oficial de PNA se esmeraba en hacerla notar para amedrentar. Por éstos motivos estamos cursando nota desde Unidad Isleña para reunión urgente con el Prefecto de Tigre, responsables de la seguridad del puerto y que también realizan el control de salidas y entradas de las lanchas a dicho puerto.
Los inspectores de Transporte de PBA
Al ver a dos inspectores de Transporte, me acerque a explicarles la situación y reclamé también a personal de PNA que estaba ahí mismo en la balsa por su inacción. Prefectura, ya les relaté como reaccionaron. Lo primero que me dijeron de transporte fue “recién llegamos nosotros… no sabemos nada” y un poco mas tarde tras comprobar que efectivamente no se había efectuado el servicio, “quédese tranquilo que ese servicio incumplido ya queda sancionado” a lo que respondí, “yo sigo esperando llegar a mi casa, eso si me va a dejar tranquilo” pero al menos, debo destacar que fueron amables, a diferencia de la Prefectura de Tigre, aunque igualmente poco efectivos para brindar soluciones.
Obviamente la denuncia correspondiente se hizo en el sitio web del Ministerio de Infraestructura del cual depende la Secretaría de Transporte de la Provincia de Bs. As. Recomendamos que hagan las denuncias que consideren necesarias ingresando en el siguiente link:
https://www.gba.gob.ar/transporte/denuncias
A toda esta situación dantesca, se le agrega encima que, como decía antes, aparentemente está “prohibido enojarse” aún cuando un servicio público de transporte te deja “tirado” con la incertidumbre de no saber si llegarás a tu hogar y parece que eso no debería enojarnos, por el contrario, parece que deberíamos festejarlo, enamorarnos de nuestros “verdugos” o pasar a ocupar el lugar de victimarios, de locos gritones, de no se sabe bien qué.
Todo esto para desviar el foco de la situación y seguir encubriendo a LAS EMPRESAS QUE SON LAS QUE DECIDEN QUÉ SE HACE Y QUÉ NO EN EL TRANSPORTE PÚBLICO FLUVIAL DE PASAJEROS DEL DELTA.
Todos los demás actores de control, están pintados, adornados, agiornados por las mismas empresas.
Los inspectores consultan a las empresas para obtener los datos que deben controlar. Los funcionarios se reúnen con los empresarios y los “premian” por no haber despedido empleados durante la pandemia permitiéndoles privilegiar los ingresos por turismo en desmedro de los derechos de los isleños.
Prefectura también, se ocupa de frenarle los reclamos a las empresas y amedrenta a los isleños con tener problemas “mas serios” que llegar tarde a casa o viajar apilados en plena pandemia. El fantasma de las desapariciones que sembraron las dictaduras en el inconsciente colectivo de los argentinos aún nos asecha y las fuerzas de seguridad, como en éste caso la Prefectura, muchas veces lo utilizan. Es muy fuerte que una persona “se te plante” pero armada y ni hablar si te dice “te voy a pegar un baile” Que fácil que es provocar con uniforme y bala. ¿No?
Nuestra lucha, como Unidad Isleña, no empezó hoy con éste incidente, empezó mucho antes que éstxs oficialitxs de prefectura tuvieran edad para ir solitxs al baño. No se va a terminar acá tampoco. Nos van a “padecer” toda su carrera en la prefectura de Tigre. No les vamos a aflojar ni un milímetro en nuestra función ciudadana. Van a tener que entender algún día para que fue creada la Prefectura y de paso, también, van a tener que volver a aprender a navegar, a volver al agua. Hoy por hoy la prefectura es mas una empresa de seguridad de barrios privados que una fuerza nacional a cargo de proteger la soberanía fluvial y marítima. Dan pena.
FUENTE: Unidad Isleña