Los ríos del Delta reciben por medio del río Reconquista la contaminación de miles de industrias y los desechos cloacales de unos 4 millones de personas. El agua que nuestros abuelos bebían hoy, sus nietos y bisnietos, quizás, ni bañarse en ella deberían … pero no hay otra agua.

Ésto es importante remarcarlo para que se comprenda bien el reclamo de la comunidad isleña que ahora se eleva a la Justicia por medio de una Acción de Amparo iniciada por vecinos y vecinas de las islas contra la empresa AySA en virtud del aprovisionamiento y reparto de agua segura iniciado en el año 2020 cuando presidía la empresa Malena Galmarini quien promovió una política de resolver definitivamente la paradoja de la falta de agua potable en medio una de las mayores reservas de agua dulce potabilizable del mundo.
El puntapié lo dieron en ese momento, las Organizaciones Socio Ambientales del Delta (*) que conformaron una red de asistencia y ayuda muy fuerte al desatarse la pandemia de COVID-19 y en las primeras semanas recolectaban bidones vacíos que se recargaban en el puerto de Tigre y se repartían muelle por muelle, con la ventaja de contar con el conocimiento del territorio y las organizaciones vecinales de cada arroyo y cada río para poder enfocar con prioridad las urgencias.
Éste trabajo se hizo demasiado grande al extenderse la pandemia y puso en evidencia un tema que es un problema desde hace años. Se pidió ayuda a AySA y ésta vez el Estado respondió y tomó la posta asegurando que el servicio había llegado para quedarse. Lamentablemente desde diciembre (cambios políticos y de gobierno nacional mediante) comenzaron a fallar la comunicación de la empresa con la comunidad en la difusión de los días y recorridos y también fue mermando el servicio hasta su reciente desaparición.
Quedan los tanques instalados en las escuelas solamente recibiendo recargas de agua y se teme que tanta instalación que se realizó quede como «de adorni» del paisaje, cual triste cartel publicitario de la empresa AySA.
En el texto de la Acción de Amparo se detallan los 14 recorridos ya establecidos, las embarcaciones contratadas y adaptadas para el servicio y su capacidad de carga y el abastecimiento a escuelas y centros de salud de la segunda sección, Delta de San Fernando.
El texto completo del Amparo:
¿Por qué el servicio devino esencial?
Fundamentalmente la problemática estalló en la pandemia porque no se podía viajar a continente a buscar, cada quien, su propia provisión de agua. Hoy, pos pandemia, se presenta otra situación social general. La comunidad isleña es, literalmente, mas pobre. No está exenta de los terribles recortes del Gobierno Nacional. La pronunciada pérdida de poder adquisitivo de la población, el que era ya un mal servicio de transporte público recortó servicios aún más profundizando la complicación de desplazarse a buscar agua. Todo se volvío desproporcionadamente mas complicado. Hoy hay personas en la isla que están consumiendo o cocinando con el agua del río, lo cual tendrá consecuencias en la salud, si no las tienen inmediatamente, las tendrá en el tiempo, envenenándose de a poco.
Es importantísimo que se retome el servicio que estaba en ejecución y también en proceso de desarrollo buscando las soluciones mas prácticas y viables para instalar finalmente una solución a largo plazo y con una prestación razonablemente paga como debería ser todo servicio público esencial para el desarrollo humano y social.