Ante la negativa de varios hoteles y un mensaje del Comité Israelí en Uruguay, el músico británico se vio obligado a hacer base en San Pablo, desde donde volará a Montevideo y Buenos Aires para los shows de la gira «This is Not A Drill». El jueves por la noche iba a encontrarse con José Mujica.
Por Eduardo Fabregat
«Estoy furioso», dice Roger Waters. Y se le nota. El músico debería estar en Buenos Aires -donde se presentará el martes 21 y miércoles 22, en River Plate-, pero no. Podría estar en Montevideo, pero tampoco. El viernes pasado, Página/12 dio a conocer la situación, cuando el mismo músico relató que habían cancelado su reserva en el Hotel Faena, y que una reserva posterior en el Alvear se había caído pocas horas después de ser aceptada. Pero la situación escaló, tal como cuenta en esta entrevista exclusiva. «Me han cerrado la ciudad de Montevideo, no tengo ningún lugar donde parar. Tengo que volar allí directamente el día del show, el viernes 17. Y yo tenía una cita para cenar el 16 con José Mujica, el ex presidente de Uruguay, que es amigo mío. Y no puedo ir, no puedo tener mi cena con Mujica porque el lobby israelí y lo que sea que se llamen a sí mismos me han cancelado».
El bajista y cantante se refiere al mail que recibió el hotel Sofitel de Montevideo (ver aparte), en el que Roby Schindler, presidente del Comite Central Israelita del Uruguay, señala que «Tal vez Ud. no sepa, y no lo culpo por eso, que Roger Waters es un misógino, xenofobo y antisemita, que aprovecha su fama como artista para mentir y vomitar su odio hacia Israel y todos los judios», y afirma que «Al recibirlo, Ud. será, aunque no lo quiera, propagador del odio que este señor destila y estará contribuyendo a aumentar la judeofobia.»
-Y entonces, ¿dónde está ahora?
-Estoy en San Pablo, felizmente en un hermoso hotel, Rosemary. Teníamos que irnos anteayer, pero tomamos otros cinco días; se supone que hoy tendríamos que estar en Buenos Aires, pero tampoco podemos ir allí así que nos quedaremos aquí.
-Entonces en Brasil no sucedió lo mismo que en Uruguay y Argentina…
-La gente aquí es amorosa, hicimos dos shows sold out en San Pablo que tuvieron fantásticas reseñas, todos amaron el show, nosotros lo amamos, estuvieron entre los mejores shows que hicimos, el público la pasó bárbaro. Y de algún modo estos idiotas del lobby israelí consiguieron cooptar a todos los hoteles en Buenos Aires y Montevideo y organizaron este boicot extraordinario basado en mentiras maliciosas que vienen contando sobre mí. Conozco esto bien, veo que este Roby Schindler me llama «misógino» como el menor de los crímenes que se supone que cometí. ¿Y sabe de dónde viene eso? De Polly Samson, la esposa de David Gilmour (N. de la R: guitarrista de Pink Floyd con quien Waters tiene una histórica disputa): ella es la única persona que alguna vez me acusó de ser misógino. Y tomaron eso y lo pusieron en mi descripción general, como un nazi, y un odiador de judíos, y todo el resto de absolutos sinsentidos que dicen sobre mí, sucias mentiras.
-Su gira «This is Not A Drill» ya había recibido cuestionamientos, pero por una absurda malinterpretación del personaje Pink de The Wall. ¿Esto cambió a partir de los ataques de Hamas el 7 de octubre en Israel y todo lo que vino después?
-Lo hacen porque creo en los derechos humanos, y hablo abiertamente del genocidio del pueblo palestino. Y voy a seguir haciéndolo. Porque se está cometiendo un genocidio ahora mismo, todos los días en Franja de Gaza y Cisjordania y todos los territorios ocupados. Y tiene que detenerse. Ha llegado el momento de que todos nosotros en todo el mundo, todos los hermanos y hermanas digan basta. No más. No se le puede permitir a Israel que siga con este repugnante desenfreno genocida. Y esta gente, los Roby Schindler de este mundo, trata de silenciarme porque creo en los derechos humanos y ellos no. Son una sociedad colonial a la que nada detiene, ni siquiera el asesinato en masa, para proclamar su supremacía sobre otros pueblos y otras religiones. La gente del mundo tiene que detenerlos. Como seres humanos es un absoluto deber moral enfrentarse a ellos. Y puede escribir esto: me hace reír, sería realmente muy gracioso si no fuera tan infame, tan repugnante y estúpido.
-¿Le dieron alguna otra explicación en los hoteles?
-No, solo que «no tienen habitación». Y tengo entendido que en Montevideo han estado durante semanas en todos los diarios diciéndole a la gente que no compre entradas para el show. Y usted sabe cómo es: cuando machacás todo el tiempo con mentiras y lo hacés a gran volumen, conseguí que la gente diga «hum, quizá sea verdad, quizá no voy al show». La última vez que estuve en Montevideo, cinco años atrás, ¡me dieron las llaves de la ciudad!
-¡Pero ahora cambiaron la cerradura!
-Estuve ahí parado con una medalla alrededor del cuello, escuchando que decían que era una maravillosa persona, qué gran defensor de los derechos humanos, y qué maravilloso músico, gracias por estos 60 años de gran música y blablabla… ¡y ahora no me dejan estar en un hotel de la ciudad! Es una locura, obviamente.
-Se han multiplicado los pedidos de cese del fuego. ¿Qué es lo que está faltando en la comunidad internacional?
-Tenemos que permanecer unidos. Porque negar el genocidio, el bombardeo sobre Gaza, la muerte de 4 mil niños y bebés… Están muriendo niños en Gaza porque no tienen oxígeno en sus incubadoras. Me rompe el corazón cada segundo que esto continúa. Todos deben pararse y decir «Israel, no más. Deténganse ahora mismo. Ustedes se están comportando como animales, ustedes son los monstruos en esta historia, ustedes son los terroristas». Miramos al futuro y esperamos que haya una democracia, un estado en el que todos sean iguales ante la ley para todos, sin distinción de religión o nacionalidad. No puede haber más amos y esclavos en la tierra sagrada. Esa es la razón por la que el lobby israelí viene intentando destruirme, hace ya 17 años. Y hasta ahora han fallado, y van a continuar fracasando. Porque voy a seguir parándome en la plataforma de los derechos humanos universales, para todos los hermanos y hermanas, en todo el mundo, no solo en la tierra sagrada. Pero esa no es su plataforma, son una sociedad colonial que cree que son mejores que sus vecinos y que pueden hacer lo que quieran con ellos. Bueno, nosotros, los pueblos del mundo, no se lo vamos a permitir. Esto no empezó el 7 de octubre, esto empezó incluso mucho antes de 1948, pero el día crítico fue cuando empezó la nakba (N. de la R: término palestino traducible como «catástrofe»), y viene sucediendo desde entonces ¡y es suficiente! Ahora han llegado a este extremismo de su conducta colonial, y ahora cometen un genocidio a pesar de lo que están diciendo líderes de los Estados Unidos y de la comunidad europea, y el poder de voluntad del pueblo de Estados Unidos y los pueblos de Europa, y por supuesto el sur global, que respalda la causa palestina.
-Hace un par de semanas se pudo ver una marcha multitudinaria de judíos en New York.
-En Occidente tenemos gobiernos que señalan que lo que sucede está contra la voluntad de sus pueblos, quedó demostrado por los cientos y cientos de miles de ciudadanos en las calles, casi cada día. ¡Judíos haciendo manifestaciones, diciendo «No en nuestro nombre»! Porque el judaísmo es una buena religión, que se preocupa por sus hermanos y hermanas, que ama a la gente. Esto es una aberración, que se sostiene con propaganda cada minuto de cada día que recibe el pueblo israeli desde 1948. No podemos culparlos a ellos, a ellos se les inoculó este veneno, 24 horas al día, siete días a la semana, por 75 años. No sorprende entonces que se comporten de manera tan horrible. Pero tenemos que ayudarlos. Y seguir haciéndolo a pesar de este imbécil Roby Schindler y sus sucias mentiras.
-Pero usted sabe que su oposición al Estado de Israel desató acusaciones de antisemitismo.
-Lo dije en una entrevista hace un par de semanas: una sola persona en el mundo sabe si Roger Waters es un antisemita o no. Y esa persona es Roger Waters. Yo sé muy bien lo que siento en el corazón, y no he tenido un solo pensamiento antisemita en toda mi vida. Lo que condeno es lo que hace el gobierno israelí, y lo seguiré condenando porque está mal, y estuvo mal desde el comienzo. Bueno, se terminó el tiempo: ¡Detengan el genocidio ahora! Lo más fácil es señalarme como antisemita, y es porque no tienen un compás moral, no pueden tener un argumento sólido desde el lado israelí de la cuestión. Están cometiendo asesinato, están cometiendo genocidio, están oprimiendo a otro pueblo. Es una limpieza étnica que vienen ejecutando desde hace 75 años, desde el día uno de la nakba. Han matado a cientos y cientos de personas, han cometido atrocidades, masacres que vienen sucediendo desde entonces. No más. Se terminó. ¿Pero encerrarme, mandarme a dormir al establo? ¡Es tan estúpido! Es una locura que la gente en Argentina acepte este sinsentido del Faena y el Four Seasons, y cómo se llamen los otros hoteles. Es absurdo. ¡Deberían pensar un poco más y comportarse como adultos!
-En este contexto, ¿podemos hablar algo de la música? ¿Esta es realmente la última gira?
-¡Probablemente no! Lo del «último tour» es más bien un chiste interno en el industria, quién puede saberlo. Yo sigo escribiendo, componiendo, estoy trabajando en mi próximo disco, en las habitaciones de hotel voy escribiendo cosas, armando canciones y presentando unos fragmentos en el show. No he parado de trabajar, y probablemente no me detenga. Si seguiré haciendo esta clase de shows, no tengo idea, solo el tiempo lo dirá. Porque estoy muy entusiasmado con los shows en Buenos Aires, mis últimos shows allí son una leyenda, nueve conciertos en River Plate. No fanfarroneo, solo digo que es importante, y que estos conciertos estén rodeados del lobby israelí me pone furioso. Está llevando la atención afuera de This is not a Drill, y la música que estoy haciendo desde hace 60 años. Usarlo de una manera que busque sostener el régimen de Israel y el atroz tratamiento a los pueblos originarios, los palestinos, hace que deje de ponerse el foco en estos shows, que serán grandiosos, porque el público de BA es fantástico, lo he experimentado antes, y amarán este show.
-¿Pero no cree que el contenido del show también multiplicó las críticas?
-Este es un show muy político, muy frontal. Han tratado de cancelarlo a través de Alemania e Inglaterra y han fracasado. Pero cuando vayas a verlo vas a decir «¿Pero por qué tratan de cancelarlo?» Oh, porque menciono a Anna Frank y a Shireen Abu Akleh (N. de la R.: la periodista palestina que murió en 2022 en Cisjordania) en la misma canción. Bueno, ambas fueron asesinadas por regímenes despiadados, por eso están en la misma canción. En ambos casos se trata de un Estado cometiendo un crimen, sea Anna Frank o Shireen Abu Akleh. No pueden cancelar el show de una persona que señala esos crímenes porque lo haga en la misma canción. En el show también menciono a Sophie Scholl (N. de la R: activista del movimiento Rosa Blanca, guillotinada por los nazis en 1943), a quien en nuestra parada en Munich de la gira fuimos con mi esposa a dejarle rosas blancas a su tumba. Si no conocen su historia, búsquenla, edúquense.
-¿Hay algo que quiera agregar?
-Me estoy quedando sin aliento, he dicho todo lo que podía decir… ojalá en un futuro nuestras vidas se crucen para hablar con más profundidad sobre música. Pero en este momento estoy en el medio de una guerra. Y no es la guerra contra mí lo que me importa, sino la carnicería de hermanos y hermanas en Gaza. Eso es de lo que importa hablar hoy. No de los sentimientos del lobby israelí: ellos merecen nuestro desprecio. Y sí, estoy profundamente enojado, esto es una locura y un chiste absurdo, pero tenemos que hacer algo con eso.
El mensaje de Roby Schindler a los hoteles
En un mail titulado «Hospedaje a Roger Waters» y enviado al gerente general de Sofitel Montevideo, Roby Schindler, Presidente del Comité Central Israelita del Uruguay, envió el siguiente mensaje, que rindió el efecto deseado.
«Ha trascendido que ante la negativa de recibir a Roger Waters en otros hoteles, Sofitel Montevideo le dará hospedaje. Tal vez Ud. no sepa, y no lo culpo por eso, que Roger Waters, es un misógino, xenofobo y antisemita, que aprovecha su fama como artista para mentir y vomitar su odio hacia Israel y todos los judios.
Los discursos de odio suelen traer consecuencias para la humanidad peores que las de las armas. Al recibirlo, Ud. será, aunque no lo quiera, propagador del odio que este señor destila y estará contribuyendo a aumentar la judeofobia (esto es, odio hacia los judios) en nuestro país. No quisiera estar en sus zapatos y tener que cargar con el estigma de recibir a uno de los principales vomitadores de discursos de odio del planeta.
Sinceramente,
Roby Schindler
Pte. del Comite Central Israelita del Uruguay.»
Juntos X el Cambio tampoco quiere a Waters
El «caso Waters» mereció también atención en el Congreso. En un proyecto de declaración presentado por la legisladora de Juntos por el Cambio Sabrina Ajmechet y acompañado por Alejandro Finocchiaro, Karina Banfi, Ana Clara Romero, José Luis Espert, Rubén Manzi, Marilú Quiróz y María Sotolano se llama a la cámara a expresar «su profundo repudio ante la presencia del cantante en nuestro país».
La presentación de los legisladores alude a declaraciones realizadas hace un par de semanas por el artista, cuando en una entrevista con el periodista Glenn Greenwald señaló: “¿Cómo demonios no sabían los israelíes que esto iba a ocurrir? Quiero decir, ¿no escuchó el Ejército israelí en esos 11, 10 u 11 campos los estallidos cuando sucedieron? ¿Lo que sea que tuvieran que volar para cruzar la frontera? Hay algo muy sospechoso en eso”. En la misma entrevista, el músico señaló que “La cosa fue sacada de toda proporción por los israelíes inventando historias sobre decapitación de bebés”.
«Opiniones como las vertidas por Waters buscan cuestionar el accionar del Estado de Israel en el ejercicio del derecho a la legítima defensa, siendo profundamente antisemitas utilizando el antisionismo como máscara», señala el proyecto de les diputades.
FUENTE: Página 12