Rusia desarrolló la «primera» vacuna contra el coronavirus, que otorga una «inmunidad duradera», declaró el presidente ruso Vladimir Putin durante una videoconferencia con miembros del gobierno retransmitida por la televisión.
La vacuna fue bautizada «Sputnik» en honor al satélite artificial lanzado al espacio en 1957 por la Unión Soviética, el primero en la historia.
«Esta mañana, por primera vez en el mundo, se ha registrado una vacuna contra el nuevo coronavirus»,
dijo Putin. «Sé que es bastante eficaz, que otorga una inmunidad duradera«, agregó.
El líder ruso afirmó incluso que una de sus hijas fue inoculada con la vacuna. «Una de mis hijas se aplicó esta vacuna. Creo que participó en los experimentos», dijo Putin, según la agencia Interfax, agregando que tuvo un poco de fiebre «y nada más».
«Espero que en breve podamos comenzar a producir en masa este remedio», señaló el presidente ruso durante la reunión.
Agregó que la vacunación será voluntaria, para que «lo hagan los que así lo desean».
La vacuna será distribuida el 1 de enero de 2021, según el registro nacional de medicamentos del ministerio de Salud, consultado por las agencias de prensa rusas.
La reacción de la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió con cautela la noticia de que Rusia registró la primera vacuna del mundo contra la covid-19. «Acelerar los progresos no debe significar poner en compromiso la seguridad», señaló en rueda de prensa el portavoz Tarik Jasarevic, quien añadió que la organización está en contacto con las autoridades rusas y de otros países para analizar los progresos de las distintas investigaciones de vacunas.
Jasarevic subrayó que la organización está entusiasmada «por la rapidez en que se están desarrollando las vacunas» y espera que algunas de ellas «se muestrenseguras y eficientes».
La vacuna rusa anunciada por Putin no figuraba entre las seis que según señaló la OMS la semana pasada estaban más avanzadas. El organismo con sede en Ginebra citó entre esas seis a tres candidatas a vacunas desarrolladas por laboratorios chinos, dos estadounidenses (de las farmacéuticas Pfizer y Moderna) y la británica desarrollada por AstraZeneca en colaboración con la Universidad de Oxford.
FUENTE: Página 12