En el debate presidencial, Milei dijo que en el sistema de trasplantes hay “un montón de corrupción” porque hay 300 mil potenciales donantes y 7.000 personas en espera. Entidades especialistas de todo el país advirtieron que su planteo es falaz y alertaron sobre sus riesgos. Sólo 4 de cada 1000 decesos cumple los requisitos para posibilitar donaciones.
“No proponemos la venta de órganos. Lo que decimos es que hay 7.000 personas esperando un trasplante y 300.000 potenciales donantes, y hay algo que no funciona en el medio y que genera un montón de corrupción”, dijo el candidato presidencial por La Libertad Avanza, Javier Milei, en el segundo debate presidencial previo a las elecciones del 22 de octubre. El Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), junto a los 24 organismos jurisdiccionales que conforman la Comisión Federal de Trasplante (COFETRA), emitieron un duro comunicado para desmentir y alertar sobre el riesgo de sus dichos: “Demuestran un total desconocimiento del funcionamiento del sistema de donación y trasplante”.
“En primer término, aclaramos que no toda persona fallecida puede ser donante: la donación depende de las características de la muerte. Para poder donar órganos, el fallecimiento debe producirse en la terapia intensiva de un hospital, y la muerte debe ser certificada bajo criterios neurológicos. Sólo así puede mantenerse el cuerpo artificialmente desde el momento del fallecimiento hasta que se produce la extracción de los órganos para que los mismos sean viables para el trasplante”, aclaró el organismo mediante un comunicado difundido este lunes. Agregó que “una muerte de estas características se produce en aproximadamente 4 de cada 1000 casos. Dar a entender que toda persona fallecida puede ser donante implica un desconocimiento total de las características más básicas del funcionamiento de todo sistema de donación de órganos, y no solo el argentino”.
El mensaje oficial respaldado por todos los organismos jurisdiccionales abocados a trasplantes de órganos remarcó además que “el sistema de donación y trasplante argentino es reconocido regional y mundialmente por su organización, su marco legal y su sistema de registro, que garantizan la trazabilidad de los procesos y la transparencia. A tal punto esto es así, que la Organización Mundial de la Salud ha elegido a la Argentina como uno de los tres Centros Colaboradores en materia de Donación y Trasplantes en el mundo, junto con España e Italia”.
Tras las afirmaciones de Milei sobre “un montón de corrupción” en torno a la donación de órganos, las entidades expresaron que “cualquier persona que tiene conocimiento sobre un hecho vinculado a la donación y el trasplante realizado fuera del marco legal puede denunciarlo; en el caso de ser un representante del poder legislativo tiene la obligación de hacerlo”. Señalaron, además, que en un operativo de procuración y trasplante de órganos participan entre 100 y 150 profesionales y que “en la historia jurídica de nuestro país no se registra ninguna denuncia al respecto a la comisión de delitos de tráfico de órganos”.
“Reiteramos nuestra preocupación sobre afirmaciones que, sin fundamentos, ponen en entredicho un sistema que año tras año le da una oportunidad a miles de personas que esperan un trasplante para salvarse o recuperar su calidad de vida”, manifestaron las autoridades del Incucai, organismo autárquico dependiente del Ministerio de Salud de la Nación que “impulsa, normatiza, coordina y fiscaliza las actividades de donación y trasplante de órganos, tejidos y células en nuestro país, junto a los 24 organismos jurisdiccionales de ablación e implante”.
Milei y el mercado de órganos
No fue la primera vez que Milei se refirió a la donación y trasplante de órganos. Y si bien en el debate afirmó que no propone su comercialización, en entrevistas previas sí realizó afirmaciones en ese sentido.
Por caso, en un debate con Juan Grabois convocado por el diario Perfil, Milei dijo que no veía inconveniente en que una persona se cortara un brazo para venderlo. Luego sostuvo esa postura en declaraciones a Radio Mitre.
“El problema es por qué todo lo tiene que estar regulando el Estado. Hay estudios de Estados Unidos que [dicen que] si dejaras esos mercados libres funcionarían muchísimo mejor y tendrías menos problemas”, dijo por entonces. Y lanzó: “¿Por qué no puedo decidir sobre mi cuerpo? ¿Cuál es el problema? Si el liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión y en defensa del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad, mi primera propiedad es mi cuerpo ¿Por qué no voy a poder disponer de mi cuerpo?”.
Ya en esa oportunidad el Incucai se había pronunciado sobre estas declaraciones. “En nuestro país solo está permitida la donación de órganos en vida para los mayores de 18 años en caso de parientes consanguíneos o por adopción hasta el cuarto grado, cónyuges, o personas que mantengan una unión convivencial”, decía el comunicado, y alertaba que si el planteo del referente de LLA se concretara “se vulneraría el principio de justicia como equidad, y consagraría las condiciones de inequidad ya que el supuesto ‘vendedor’ lo haría por necesidad y el ‘comprador’ lo haría por sus posibilidades económicas”.
“Atenta a la confiabilidad y cuesta vidas”
Tras el planteo de Milei durante el debate presidencial, no sólo el Incucai se pronunció para alertar sobre la gravedad de sus dichos. “En nuestro país fallecen 300.000 personas al año, pero no todas estas en condiciones de donar. Sólo lo están quienes fallecen en una terapia intensiva, esto se da en 4 de cada 1000. Que nadie venga a romper un sistema riguroso y transparente”, pidió el ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak.
El titular de la cartera sanitaria bonaerense añadió que “del total de los trasplantes que se hacen en todo el sistema de salud el 90% se procura en hospitales públicos. Demostrando una vez más que el sector privado no resuelve el problema. Las acusaciones falaces sobre la salud atenta a la confiabilidad y cuesta vidas”.
Por su parte el titular del Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos (CUDAIO) de Santa Fe, Armando Mario Perichón, detalló que “se necesita de una muerte muy particular: encefálica o muerte cerebral” para que se puedan concretar donaciones tras un fallecimiento. “Se trata aproximadamente del 1% de las muertes de un año en un hospital de emergencia”, dijo. En diálogo con Periódico Pausa, calificó lo dicho por Milei como “inconstitucional” y “una aberración”.
FUENTE: Tiempo Argentino