Tras la gran dimisión de 2021 un nuevo fenómeno empieza a recorrer las organizaciones del mundo
Hace un año las empresas del mundo estaban preocupadas por la gran renuncia, ese fenómeno pospandemia por el que una gran cantidad de personas decidieron dejar sus trabajos estables en busca de más tranquilidad, poder desempeñar sus tareas desde cualquier lado y cortar con la vida corporativa.
A pesar de su nombre, no se trata de una renuncia real, sino el concepto se usa para hablar de aquellos colaboradores que deciden no hacer más que lo estrictamente necesario para conservar el empleo. Dirán que no a hacer horas extras o, incluso, a realizar una tarea que se aparte un milímetro del rol que tiene asignado en la compañía.
El fenómeno, aseguran los especialistas, es una respuesta a la pandemia y la necesidad de conciliar vida personal y laboral. Los trabajadores más jóvenes están cansados de obtener el reconocimiento salarial que creen merecer por su trabajo y decidieron, en cambio, no llegar al punto del burnout.
Falta de comunicación
“La renuncia silenciosa se da fundamentalmente por la falta de comunicación y empatía de las empresas con sus colaboradores, no es solo un tema de compensación. Nadie se va de una empresa solo por plata, siempre confluyen otros factores como un líder tóxico, apático o simplemente un no líder. También falta de estímulos, desafíos, propósitos, etc. El contrato moral se empieza a romper y termina afectando la productividad y obviamente el clima laboral”, señala Oscar Silvero, gerente corporativo de Relaciones Públicas de la consultora de RRHH PAE Argentina.
Una encuesta global realizada por la consultora Mercer indica que cuatro de cada cinco directivos consideran cuatro de cada cinco directivos consideran fundamental que las compañías sean más abiertas y ofrezcan más posibilidades a los colaboradores de relacionarse con ellas.
El mismo relevamiento destaca, además, que una de cada tres personas renunciaría a un aumento de sueldo a cambio de ofertas de bienestar adicionales para ellos o su familia. Así se abre un desafío para que las compañías logren generar motivación e interés en sus colaboradores.
No todo es dinero
“La propuesta de valor al empleado no se trata solo de salarios y beneficios, y para definirla tenemos que escuchar a los colaboradores. La propuesta es que los líderes puedan tener conversaciones de impacto con sus colaboradores, que puedan diseñar propuestas de valor que le hagan sentido“, explica Cecilia Giordano, CEO de Mercer Argentina.
Una manera de prevenir la renuncia silenciosa en las empresas se relaciona con lograr fomentar una cultura de bienestar y establecer expectativas realistas para los colaboradores. Lo que se debe hacer es crear una cultura en la que se aliente a las personas a cuidarse a sí mismas para que puedan dar lo mejor en lo profesional.
Además, es conveniente promover una comunicación abierta y honesta dentro de la compañía. Si las personas se sienten escuchadas y tenidas en cuenta es más probable que se muestren más comprometidas con su trabajo.
Mantenerse alerta
Por último, hay que estar atentos a lo que está pasando dentro de la organización y a actuar de manera preventiva. La mejor manera de prevenirlo es mantenerse alertas y propiciar los cambios que mejoren el bienestar de los colaboradores.
“Hay que capacitar a los líderes a ser más empáticos para que se involucren más con el factor humano, ya que es tan importante como cumplir con sus procesos operativos y los resultados del negocio”, cierra Silvero