El paraíso olvidado, mas allá del paro del Transporte en el Delta.

El Delta Bonaerense está literalmente a la deriva. Desde esta madrugada rige un paro del transporte de pasajeros. Éste no es sólo uno mas de los problemas que lo aquejan, sino uno muy importante, seguramente sea el problema “troncal”, el que justamente permite, o no, la movilidad de “todas las cosas”

Si no hace tanto en la isla pensábamos  que “Dios es isleño” hoy a este “Dios” … le “cortaron las piernas” 

La crisis del transporte fluvial de pasajeros en el Delta Bonaerense data de varias décadas, una historia larga tantas veces contada y tan predecible, lamentablemente. Ésta se desarrolla paralelamente a la crisis de energía eléctrica (EDENOR) o mas bien dicho, la desidia casi perversa de la compañía prestataria. 

Ambas calamidades llevan también muchos años de lucha de parte de la comunidad isleña con organizaciones como Unidad Isleña y Control Ciudadano Delta, ambas integradas al Consejo Asesor Permanente Isleño (CAPI) y articulando con el Municipio de Tigre con la Dirección General de Plan de Manejo Delta. 

Éstas dos, transporte y energía, son las aristas mas visibles, en lo social, pero no los únicos hechos que deterioran cada vez mas el buen desarrollo de la región. Ningún aspecto esta siendo tomado en cuenta por el Estado provincial ni Nacional y el maquillaje de los municipios con las buenas intenciones de participación de la ciudadanía isleña a través, incluso, de organizaciones con trayectoria, no alcanza ni a compensar un poco lo que ya se ve como con cierta intencionalidad por parte del “poder”, ese fantasma medio anónimo pero que también tiene muchos nombres y apellidos, y que “palanquea” en la política que debe definir soluciones a las necesidades de la gente, para que defina en favor de la productividad para unos pocos.

“Donde hay una necesidad, existe un derecho” Éste concepto no esta siendo honrado hoy por el peronismo Bonaerense en el Delta, definitivamente.

En lo ambiental, ni hablar! Desde aspectos reconocidos por la opinión pública a nivel nacional, como los grandes incendios y la tan frustrada Ley de Humedales sumemos el eterno problema del segundo río mas contaminado del país, el río Reconquista que riega las aguas del Delta de Tigre con variada contaminación de todo tipo quitándole a la población isleña el acceso al agua  que hace unas décadas era potabilizable fácilmente. 

Hoy la isla, paradójicamente, necesita agua potable! y se reparte precariamente desde la pandemia, en chatas con tanques cisterna que contrata y provee AySA. 

Lo mas perverso es que la contaminación del río Reconquista es manejable si se aplicaran y se cumplieran las reglamentaciones vigentes. O sea que no hay que inventar nada nuevo, solo hay que aplicarlo, hay que controlar y corregir. Es sólo trabajo y tal vez ese sea el problema: que sea trabajo y que no sea “negocio”

Escribo éstas líneas desde el Delta de Tigre, cerca del río Sarmiento (la 9 de julio de la isla) reina la música de la naturaleza y hoy sobra el silencio del rugido de las colectivas que en este día de paro descansan. En los medios locales, apenas un “murmullo” sobre el Delta, de “paro por atraso en el pago de salarios” de los dos gremios de la actividad, marineros y patrones, pero en la isla todos sabemos que el transporte está en riesgo de desaparecer, hay muchos problemas mas. 

No se pagó todavía el servicio de transporte escolar que es lo que sostiene el “negocio” con hilos. No hay una adjudicación regular del servicio. No hay un sistema serio de subsidio al servicio. No Hay dragado de los ríos. No hay gasoil para las lanchas. No hay lanchas! …

Sí hay un montón de promesas, todas recogidas, “(letra tomada literal), de los reclamos y el trabajo de los usuarios por lograr un servicio digno. Supuestamente es el momento político donde se “alinean las fuerzas” y sin embargo todo sigue quedando en el tintero, en la dimensión de las promesas postergadas una y otra vez.

Las instancias participativas promovidas en el municipio de Tigre, aún no tienen la fuerza necesaria para la determinación de políticas acordes a las necesidades del territorio. Territorio que ha sido abandonado al azar y al caos que, paradójicamente, a contramano de la caída de la calidad y cantidad de servicios, ve crecer su población desordenadamente y con fuertes antagonismos sociales. 

Se multiplican los conflictos y las problemáticas son mas variadas y complejas, es precisamente el tema del manejo del territorio lo que mas quita el sueño, en éste momento, a las org. socio ambientales que integran el CAPI y el punto que mas se insiste al municipio para que tome una acción clara y determinante. Sin embargo parece haber una fuerte pulseada “por detrás”, algún “brazo pesado” que opone resistencia a la acción ciudadana. 

Así la  participación, termina siendo propaganda marketinera y no tiene efectos contundentes en la definición de política. Deberíamos ir diseñando métodos de llegar a alguna instancia vinculante de las definiciones de los Consejos participativos.

Tigre tiene dos procesos participativos en la región, uno el CAPI, Consejo Asesor Permanente Isleño y el otro el Consejo Asesor Vecinal Río Luján con acciones mas centradas en la superficie continental del Delta (o lo que queda de ella) y cuenta, además éste municipio, con una legislación de avanzada en materia socio-ambiental: El Plan de Manejo Delta que si bien salió en la gestión de Massa, se baso en trabajos de organizaciones socio-ambientalistas de la isla y la comunidad activista isleña lo vive y siente como un gran logro de años de lucha. 

Lo mismo pasa con la creación del CAPI y el Consejo de Río Luján con la Gestión de Zamora, un poco mas amigo del acercamiento personal con los vecinos, un estilo mas vecinalista, a pesar de venir del Frente Renovador massista donde predominan los brillos del marketing y los “grandes anuncios” Esta instancias nacen también de la gente y la política las toma en un momento dado para hacer su “foto” y dar por cumplido un mandato constitucional. 

Éstos movimientos participativos necesitan imperiosamente crecer y madurar para instalarse en una nueva democracia moderna y para no frustrarse es también imperioso que tengan injerencia concreta en las definiciones de políticas para la comunidad.

Así vemos que el paro de hoy, uno mas de tantos de  los últimos años, porque en el paraíso no había paros de transporte antes, ¿Se acuerdan? Bueno, ese paraíso se está perdiendo y con él nuestros proyectos de vida se van yendo también. Y éste paro es solo un botón de muestra. Un botón, para muestra, debería sobrar y sin embargo a nadie en el Estado parece importarle. Por favor Sr. Gobernador Axel Kicillof, no se olvide, usted también, del Delta.

 Diego Renicoli para 360 Digital Noticias

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