Vivir junto al río sentir la naturaleza y cuidarla de nuestros residuos

Dos importantes iniciativas que nacen del río, donde mas visible se hace la contaminación por plásticos flotantes generalmente de un solo uso. «La Residuoteca» enclavada en pleno Delta de Tigre y «Yorio» en las orillas del Río Luján, retratados en éste reportaje de Santiago Filipuzzi para La Nación + en el «Día Mundial del Reciclaje» que transcribimos a continuación.

Guadalupe Boado mira los 15 años de residuos que acumuló, ordenó y clasificó en “La residuoteca”

En un mundo atravesado por desastres naturales, incendios forestales, ríos y lagos contaminados, procesos de desertificación y grandes basurales a cielo abierto, hay gente que decide no bajar los brazos y quiere cambiar esa realidad. En el » Día mundial del reciclaje», dos proyectos que no solo generan conciencia ecológica, sino que marcan un camino de transformación posible de la relación que tenemos con el medio ambiente, los recursos naturales y la sustentabilidad: «La residuoteca» y “ «Yorio». A ambos los conecta el río, la belleza natural del Tigre e islas del Delta del Paraná y el trabajo voluntario y comunitario.

LA RESIDUOTECA

Guadalupe Boado vive en el delta de Tigre desde 2005, momento en que empezó a reflexionar sobre la problemática de los residuos. Durante 10 años acopió sus residuos y los de su hija, los clasificó y ordenó en lo que denominó «La residuoteca» con el objetivo de generar una reflexión del estilo de vida actual priorizando la salud de todos los seres vivos y de las generaciones futuras.

Hoy junto a 150 vecinos de las islas del Tigre intenta transformar la gestión de residuos.

“La residuoteca” es un signo de interrogación, no propone el acopio de los residuos en los hogares, pero sí una capacidad de registro y observación que permita modificar hábitos, elecciones y poder armar redes entre vecinos y vecinas para avanzar hacia nuevas soluciones respecto de la producción, consumo y gestión de nuestros residuos.

Los primeros años quedaron plasmados en un mural de varios cubos de acrilico rellenos con esos “residuos“, que ahora es un símbolo artístico del proyecto.

“No podemos resolver un problema pensando de la misma forma que pensábamos cuando lo generamos”, por esto este proyecto propone una nueva forma de gestionar los residuos, en donde desde el origen se identifican como materiales y no se esconden de la vista.

Empieza como un proceso personal hasta transformarse en un acto colectivo, un compromiso” dice Guadalupe. “La residuoteca” funciona en torno a diez principios: responsabilidad, reflexión, reclamo, rechazo, reducción, reutilización, recirculación, reparar, reciclar y resabio.

Proponen ser responsables en las elecciones de consumo, pensar el problema, reclamar al Estado y a las empresas que sigan leyes y normativas, dejar de consumir algunos tipos de productos, reducir el consumo, utilizar los residuos con fines diversos para hacerlos más durables, reciclar y todos aquellos residuos que no se sabe cómo gestionarlos, acopiarlos hasta que se encuentre la solución.

Guadalupe junto a la voluntaria Julieta Zamorano, recolectan y separan residuos en las islas del Tigre
Una voluntaria de “La residuoteca” separa y clasifica botellas de vidrio

Creemos que la basura existe como tal porque hay un hábito que lo genera como basura”

Guadalupe Boado
Guadalupe coloca en su lancha los residuos que le separan los vecinos
Vecinas trabajan de forma voluntaria en el traslado de los residuos
Guadalupe recorre ríos y arroyos de las islas transportando residuos.
Guadalupe acomoda y clasifica los residuos que le alcanzan los vecinos de las islas de Tigre
Latas de aluminio y aerosoles con tapas plásticas

YORIO

Es una organización y plataforma donde se promueve y comparten jornadas de limpieza de ríos y sus costas, como así también actividades relacionadas al medioambiente.

En la localidad de Villa Arañada, Tigre, entre el río García a 400 metros de Río Luján, un grupo de jóvenes voluntarios, palada tras palada, recogen residuos en las orillas del río. Juan Martín Ravettini, creador de «Yorio» junto a Christian Etchegaray, organizan las actividades durante todo el año, coordinan la logística de la zona donde van a recorrer, fomentan el voluntariado y se ocupan de conseguir donaciones.

Los botes, guantes, bolsas y protección para las limpiezas las provee la organización. Al menos dos fines de semana al mes, 15 a 25 personas participan remando varias horas al día para recolectar la mayor cantidad de residuos de las orillas del río, llegando a obtener hasta 3000 kg de basura por fin de semana.

Christian Etchegaray recolecta sobre su bote los residuos plásticos que están en la orilla del río García
Llegada de los voluntarios para la limpieza del río

“Cuando la gente ingresa a los grupos, se da cuenta que la contaminación es un problema muy grande y muy relevante, donde no tenemos mucho tiempo para pensar. Es hora de accionar ahora mismo, de lo contrario primero terminaremos con la flora y fauna y después seguiremos con el ser humano’”

En la orilla del río hasta se encuentran televisores como basura
Gran cantidad de botellas plásticas encuentra Christian Etchegaray en la orilla del río
Christian Etchegaray junto Juan Martín Ravettini transportan en su bote 150 kg de residuos que se extrajeron del río

“La gente que participa de este proyecto se lleva un buen momento, se llena de energía por el contacto con el agua. Remar, regenerar el río, sacar ese plástico”

Fuente: La Nación

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