A un mes del temporal, la mayoría de la población del Delta sigue sin luz.

Foto archivo Control Ciudadano Delta – 2018 – Los reclamos por luz no son cosa nueva

La región no es negocio, para la empresa Edenor, y por ello nunca invierte lo necesario para un servicio digno. Sin servicio, no hay desarrollo y sin desarrollo no se presta servicio de calidad. Esa es la calesita en la que dan vueltas todos los proyectos productivos y de vida en el Delta bonaerense.

Ésta vez hubo un gran temporal, es cierto, y por ello la situación tomó estado público y llegó a los grandes medios. También sea, quizás, porque unos cuantos locos se lanzaron a cortar el río Tigre en plena vigencia de un nuevo protocolo represivo anti protestas y reclamos. Esto, parece, llamó la atención periodística. Luego, mas adelante, la desgracia pre anunciada. La muerte de un operario, vecino isleño, que trabajaba para la tercerizada empresa “Rowing” que realiza la reparación y mantenimiento del tendido eléctrico para Edenor. Una desgracia totalmente evitable si se respetan los protocolos y medidas de seguridad necesarias para la tarea. Las cuadrillas de obreros están solas en la isla, abandonadas casi, sin la asistencia necesaria de supervisores de la empresa. Además muchas veces deben pernoctar en las zonas donde están trabajando sin siquiera el mínimo equipamiento adecuado (carpas para dormir) pues las distancias en el Delta son largas y no los llevan de regreso a sus casas. Cuestión de costos. Así miden las empresas la vida y la muerte, como una cuestión de costos.

Pero, no hacen falta grandes temporales para quedar sin servicio eléctrico en las islas. Desde hace 10 años ya, un grupo de vecinos organizados como Control Ciudadano Delta, orienta los trabajos y recopila información en un chat, haciendo una parte importante del trabajo que le corresponde a la empresa, ad honorem, pero sin muchos resultados positivos, casi ninguno, mas allá de haber logrado que se atiendan desperfectos en fines de semana, cosa que hace 10 años no era así. Se cortaba la luz el viernes a las 6 de la tarde y “olvídate hasta el lunes”

Con toda la buena voluntad de los vecinos mas toda la buena voluntad de los trabajadores tercerizados (isleños, también) no alcanza si la empresa no pone lo que hay que poner: Inversión!

Para darse una idea de la desidia que siente Edenor por la región, hay gente que espera un medidor desde hace 15 años, sin respuesta. Prefieren no registrar clientes, negar el crecimiento habitacional, para no invertir en mejoras y las lineas y transformadores no soportan la demanda de energía pensada para otra época en que la mayoría de la gente tenía grupo electrógeno o faroles a kerosene (que ya no existe) heladeras a kerosene o a gas (que ahora es muy costoso) y otras formas de vida con otras necesidades que no se pueden comparar con las actuales. El resultado es desastroso, con miles de conexiones clandestinas, “barrios” superpoblados con casillas precarias y cables sueltos por todas partes en un terreno que se inunda habitualmente. Todo muy precario.

Si bien desde Provincia llegaron algunas buenas señales, como la intimación a Edenor por parte del gobernador Kicillof que derivó en una audiencia pública para el viernes 19 y la excepción de pago del pasaje de lancha para isleños, basado en la necesidad de viajar todos los días a Tigre por alimentos frescos que no pueden mantenerse sin heladera, la movilización se hará igual, ya que nada de esto garantiza aún la concreción de los trabajos necesarios para regularizar la situación. Además que “regularizar” puede ser volver al mismo desastre de siempre. Sin tormentas y sin luz. En los últimos cinco años, por lo menos, faltó luz para navidades en muchos hogares isleños. Es un clásico ya, pedirle a Papa Noel que traiga … la luz, justamente!

Los municipios, se declaran impotentes ante la necesidad de sus ciudadanos, alegan que nada pueden hacer, que no es tema de su injerencia. Alguna vez han tomado cartas en el asunto intimando a la empresa por la falta de servicio. Es cierto que no han logrado nada. Las empresas de energía se muestran “intocables” incluso para el Estado municipal. Veremos que pasa con la intervención de provincia. No hay mucha esperanzas.

Así las cosas, parece ser que toda la fuerza queda en manos de la gente. Por eso las movilizaciones. Por eso los cortes de río. Por eso mañana habrá que colmar la plaza de San Fernando y la oficina de Edenor para hacerse oír. Somos los ciudadanos usuarios, una vez más, los que podemos cambiar nuestro destino ejerciendo nuestro derecho a la protesta!

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