Las islas del Delta están de luto debido a la trágica muerte de un trabajador electrocutado.

Se trata de Rubén Haíta, originario del Arroyo Estudiante (segunda sección) quien estaba desempeñando sus labores en el Arroyo Caraguatá (primera sección) cuando resultó fatalmente herido en circunstancias que aún desconocemos. Se espera la llegada del Fiscal para llevar a cabo la investigación, y por el momento, los trabajos están suspendidos.

Desde los reclamos realizados en Tigre, donde se pedía el restablecimiento del servicio, se había destacado repetidamente que estábamos en peligro y que, de continuar trabajando de la misma manera, tarde o temprano habría una tragedia.

Edenor y la empresa Rowing, encargada de los trabajos, decidieron priorizar la reparación de la línea de media tensión, sin prestar atención a la línea de baja tensión. Hay numerosas quejas sobre el peligro evidente que deberían investigarse.

La línea de baja tensión está casi en su totalidad en el suelo, con cables cortados o pelados que no han recibido atención. La responsabilidad de solucionar estos problemas se dejó completamente en manos de los vecinos, cuando la empresa debería haber abordado ambas líneas simultáneamente antes de iniciar la reconección. Sin embargo, esto requeriría la contratación de cientos de trabajadores adicionales, una inversión que optaron por no realizar. La dura realidad del pensamiento empresarial y del mercado deshumanizado es que consideran que una vida perdida vale menos que 200 trabajadores vivos.

Actualmente, las áreas donde se han realizado las reparaciones experimentan constantes fluctuaciones de tensión y microcortes debido a la presencia de cables sueltos en todas partes.

La otra cara triste de esta tragedia es la instalación de la idea de que los residentes de la primera sección, quienes expresaron sus reclamos con movilizaciones exigiendo la restauración del servicio, ahora son señalados como responsables de la tragedia. Sin embargo, EDENOR ES RESPONSABLE de no proporcionar un servicio de calidad y seguro.

También se han reportado casos de individuos inadaptados que, en algunos casos aislados, han agredido a las cuadrillas de trabajo, probablemente relacionados con robos de cables en partes del tendido. En estas situaciones, las fuerzas de seguridad como el COT y la Prefectura Naval Argentina deben acompañar a las cuadrillas en las zonas conflictivas, que no son tantas.

La gran mayoría de los residentes de las islas de Tigre han recibido a los trabajadores con alegría, brindándoles no solo apoyo moral sino también alimentos y bebidas, ya que realizan esfuerzos increíbles para reparar y cambiar transformadores en un territorio de barro y agua muy complicado. Por esta razón, se contrata personal local que conoce bien el terreno, lo cual es positivo. Sin embargo, también se ha observado una cuadrilla completa esperando todo el día en un muelle al supervisor de Edenor para poder trabajar, sin tener claro qué tarea debían realizar.

Nuevamente, EDENOR ES RESPONSABLE.

Ampliaremos.

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