La hermana menor, Lisette, se mantiene al frente de la lucha por justicia desde el 2019. La causa sigue siendo caratulada como suicidio.
Organizaciones de Tigre se manifestaron el pasado 17 de febrero frente a la Fiscalía de El Talar al cumplirse un nuevo aniversario de la muerte de Micaela Fernández, de 14 años, integrante de la Comunidad Qom Yecthakay. Allí, también se realizó una radio abierta, que fue convocada por su hermana menor, Lisette, quien a partir de 2019 se puso al frente de la lucha por justicia. La causa actualmente está caratulada como suicidio y reclaman que pase a ser caratulada como femicidio.
“9 años y todavía no hay justicia. Siguen diciendo que mi hermana se suicidó cuando sabemos que no es así por las condiciones en las que estaba: con un tiro en la cabeza, en la casa de su proxeneta que ella anteriormente había denunciado que la tenía secuestrada”, señaló Lisette Fernández, en relación a Dante Pato Cenizo, quien poco después de la muerte de Micaela fue preso, pero por narcotráfico.
Lisette, ahora de 21 años, era una niña de 12 cuando su hermana falleció y tenía 13 cuando su mamá Nancy tuvo el mismo final: apareció sin vida en su casa en el barrio Las Tunas, con rastros de haber sido violada y muerta violentamente, luego de meses de recibir amenazas en su teléfono celular.
Entre los años 2014 y 2017, fue el padre y abuelo de las víctimas, Eugenio Fernández, ex trabajador del Frigorífico Ríoplatense y uno de los de los referentes históricos de la Comunidad Yecthakay, quien continuó con los reclamos. Falleció sin lograr esclarecer los casos ni tampoco otra de sus demandas: un territorio para que las familias puedan agruparse colectivamente.
«No estás sola: aquí las mujeres te vamos a acompañar así como un día acompañaron a tu madre», manifestó Cintia López, cacica de la Comunidad Qompi de Garín y una de las voceras de la Unión de Pueblos Originarios de Tigre y Escobar. Entre las personas presentes también estaba su abogada Paula Alvarado Mamani del Pueblo Kolla y representantes de otras organizaciones.
“Fue un desafío desarchivar una causa que estuvo parada muchos años. Lisette hoy figura parte del expediente y tiene las mismas facultades que el fiscal para poder llevar adelante la lucha por justicia”, explicó Alvarado Mamani en relación a la causa de Micaela que se tramita en la dependencia judicial de El Talar.
“Estamos tratando de cambiar la carátula a feminicidio, porque entendemos que hay una complicidad estatal”, manifestó Paula y contextualizó estos casos en el marco del genocidio sufrido por los pueblos originarios, remarcando que las mujeres indígenas “tenemos una triple discriminación: por mujer, indígena y pobre”.
Así mismo, la vocera de la Unión, Cintia López, agregó: «Desoyeron la voz de su abuelo, desoyeron la voz de su madre y hoy estamos aquí un grupo de mujeres, comunidades, hermanos, gritando ese pedido de justicia a este Estado que nos empobrece, continúa este genocidio, nunca terminó, no hay justicia para las mujeres de los pueblos ancestrales, negras, villeras, trans».
La convocatoria tuvo respaldo del gremio docente SUTEBA Tigre y diversos sectores sociales como la Comunidad Indígena Punta Querandí y la Comunidad Qompi (Unión de Pueblos Originarios), Marea Feminista de Tigre, Mala Junta Escobar, Peronismo Revolucionario, Pan y Rosas, Red contra la trata, Pibas por la abolición, Mumalá Tigre, Libres y diversxs, Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), Olla ‘Educar es combatir’ y Mariposas Auge.
FUENTE: Que Pasa Web